doidoi.org/10.15198/seeci.2019.48.17-43
INVESTIGACIÓN

LA COSMOVISIÓN DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA EN LA PELÍCULA JUANA LA LOCA… DE VEZ EN CUANDO UN MANUAL PARA LA COMPRENSIÓN DE LA COMEDIA HISTÓRICA DE LOS OCHENTA

THE WORLDVIEW OF THE SPANISH TRANSITION IN THE MOVIE JOAN THE MAD... ONCE IN A WHILE A MANUAL FOR THE UNDERSTANDING OF THE HISTORICAL COMEDY OF THE EIGHTIES

A COSMOVISÃO DA TRANSIÇÃO ESPANHOLA NO FILME JUANA LA LOCA.... DE VEZ EN CUANDO UM MANUAL PARA A COMPREENSÃO DA COMÉDIA HISTÓRICA DOS ANOS 80

Antonio Rafael Fernández Paradas1, Rubén Sánchez Guzmán2

1Universidad de Granada. España.
2Ayuntamiento de Madrid. España.

Investigación realizada dentro del Proyecto de Innovación Educativa de la Universidad de Málaga “Implementación de mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Competencias Digitales en Humanidades, Ciencias Sociales y Educación”, PIE 17-020.

RESUMEN
Aunque fue uno de los grandes taquillazos cinematográficos de la época, Juana la Loca… de vez en cuando (José Ramón Larraz, 1983), recibió unas duras críticas por parte del público especializado, que veían en la cinta una penosa manera de hacer cine. Personajes, ambientación, guion, interpretaciones, etc., nada escapó a la pluma de los críticos, que se cebaron duramente con ella. Aun así, el público conectó a la perfección con ella, no en vano, la Corte de los Reyes Católicos vino a hacer suya la lejana Transición española. Mediante la siguiente investigación, queremos poner en valor esta importante aportación del cine español, como un documento que refleja a la perfección la vida política, social, cultural y artística de la Transición española, ofreciendo un compendio que permita comprender la minuciosidad e intelectualidad del guion en toda su complejidad.

PALABRAS CLAVE: Transición española, Juana la Loca… de vez en cuando, comedia histórica, cine, Reyes Católicos, José Ramón Larraz, Parodia.

ABSTRACT
Although it was one of the great movie blockbusters of the time, Joan the Mad... once in a while (José Ramón Larraz, 1983), received harsh criticism from the specialized public, who saw in the film a painful way of making movies. Characters, ambience, script, interpretations, etc., nothing escaped the pen of the critics, who vented their criticism on it. Even so, the public connected perfectly with it, not in vain, the Court of the Catholic Kings came to make the distant Spanish transition their own. Through the following research, we want to value this important contribution of Spanish cinema, as a document that perfectly reflects the political, social, cultural and artistic life of the Spanish Transition, offering a compendium that allows us to understand the thoroughness and intellectuality of the script in all its complexity.

KEY WORDS: Spanish Transition, Joan the Mad... once in a while, historical comedy, cinema, Catholic Kings, José Ramón Larraz, Parody.

RESUME
Embora tenha sido um dos grandes êxitos cinematográficos da época, “Juana la Loca... de vez em quando” (Jose Ramon Larraz, 1983), recebeu duras críticas por parte do público especializado que viam no filme uma penosa maneira de fazer cinema. Personagens, ambientação, guião, interpretações, etc, nada escapou dos críticos, que se excederam duramente com ela. Ainda assim, o público conectou a perfeição com ela, devido a parodia feita em referência à a Transição Espanhola trasladada à corte dos Reis Católicos. Mediante a seguinte investigação, queremos ressaltar esta importante aportaçao do cinema espanhol, como um documento que reflete à perfeição a vida política, social, cultural e artística da Transição Espanhola, oferecendo um compendio que permita compreender a minuciosidade e intelectualidade do guião em toda sua complexidade.

PALAVRAS CHAVE: Transição Espanhola, Juana la Loca... de vez em quando, comedia histórica, cinema, Reis Católicos, Jose Ramon Larraz, Parodia

Correspondencia: Antonio Rafael Fernández Paradas: Universidad de Granada. España.
antonioparadas@ugr.es
Rubén Sánchez Guzmán: Ayuntamiento de Madrid. España.
ruben_sanguzman@hotmail.com

Recibido: 18/09/2018
Aceptado: 21/01/2019
Publicado: 15/03/2019

1.1 INTRODUCCIÓN

No es España un país en el que hayamos explotado en exceso nuestra historia en el cine. Durante el franquismo se explota con frecuencia este género con fines puntualmente patrióticos y propagandísticos; los grandes personajes épicos de la historia de España, empiezan a desfilar por los cines de barrio: los Reyes Católicos, Juana la Loca, la epopeya colombina; en otras ocasiones son un simple pretexto para un melodrama histórico, ¿Dónde vas Alfonso XII? Con la muerte del general Franco (Zunzunegui, 2005) y la llegada de la Transición, se amplía la paleta de personajes, el cine se desprende de sus connotaciones políticas anteriores, apareciendo nuevos temas, en ocasiones más comprometidos (González González, 2009). Singular resulta el hecho de un subgénero que se da a principio de los ochenta (Torres, 1992), donde se profundiza en los grandes temas de la historia de España, conectado con trabajos anteriores del franquismo (Alba de América o Locura de amor) (Del Amo, 2009). La nómina no es amplia, apenas un pequeño puñado de películas que si bien disfrutaron de enorme éxito de taquilla en su momento, fueron machacadas por la crítica (Montoya et al., 2015). La primera en estrenarse en 1983, fue Cristóbal Colón de oficio descubridor, que llego a llevar al cine a más de un millón y medio de espectadores, fue seguida un año después por Juana la Loca… de vez en cuando (verdadero paradigma del efímero subgénero) y El Cid cabreador (Payán, 2007). Todas ellas, pero sobre todo el trasunto de Locura de amor de Juan de Orduña, (Juana la Loca… de vez en cuando) dirigida por José Ramón Larraz con guion de Juan José Alonso Millán, gracias a sus gags humorísticos, sumamente contemporáneos, son un sorprendente exponente de dualidad semántica. Por un lado, la propia recreación histórica de la película, caracterización de personajes, localizaciones, etc., por otro lado, los gags referentes a la España de los años ochenta. Estos los podemos encontrar de distintas formas, tanto objetos anacrónicos, como sobre todo en los diálogos del guion, de difícil comprensión para aquellas generaciones que no vivieron o están familiarizadas con la vida política, económica o social, cultural de la Transición. A tenor de lo expuesto, es esta dualidad, la que hace que a la vez, los recursos atiendan a dos épocas bien diferenciadas y separadas por siglos la una de la otra (Martínez Montalbán, 1989), (Monterder, 1993).

2. OBJETIVOS

El principal objetivo de la presente investigación es poner de manifiesto, con la perspectiva que dan los 35 años que han pasado desde el estreno de Juana la Loca… de vez en cuando, que las durísimas críticas que el film recibió en el momento de su estreno, tanto en su aparato interpretativo como el guion de la cinta, hoy en día cobran una dimensión totalmente diferente. Para nosotros, Juana la Loca, se nos antoja como un documento histórico de primera magnitud, cuya correcta compresión es un libro abierto sobre los modos de vida, de sentir y crear en la España de la Transición democrática. Las críticas coetáneas al estreno de la película, ya hacían hincapié a las múltiples referencias a la vida cultural, política, legislativa y doméstica de esa España que comenzaba alejarse de la apesadumbrada herencia del franquismo. Precisamente, las críticas, con carácter general, señalaban lo poco apropiado de construir un guion en base a tales referencias. El efecto contrario, fue el impacto que provocó la película en la taquilla, superando exponencialmente el éxito de la “películas cultas” o “bien hechas” de la época.
Se da la circunstancia de que en la actualidad, un español que naciera después de Naranjito (la mascota del Mundial de Futbol de 1982 en España), y mucho menos uno que vinera al mundo después del entierro de la peseta (2000), es materialmente imposible que comprenda la película Juana la Loca… de vez en cuando, en su total plenitud, ya que los comentarios, coñas y parodias, reflejan una determinada cosmovisión del mundo, que difícilmente podrán comprender los que no la vivieron. En pleno siglo XXI, se hace necesario acudir a la semiótica (Vidales González, 2009) y a la iconografía, para poder comprender la cinta en su inmensa complejidad intelectual.

De manera específica queremos responder a los siguientes objetivos:
Analizar todas y cada una de las referencias a la vida, social, cultural, política, económica, doméstica, tecnológica, etc., recogidas en la película.
Identificar e interpretar estas referencias.
Analizarlas bajo los códigos audiovisuales, comunicativos, expresivos, creativos y culturales de la época.
Crear un corpus de conocimiento que permita a cualquier persona comprender de una manera simple, ordenada y organizada la película Juana la Loca.

3. METODOLOGÍA

Desde el punto de vista metodológico, se han llevado acabo cuatro procesos concatenados. En un primer momento, se ha contextualizado la película en la historiografía y en el marco teórico. Queríamos saber qué se ha dicho de la película y cómo, entre la intelectualidad científica. En segundo lugar, hemos consultado directamente, gracias a los archivos de la Filmoteca Nacional, las críticas que recibió la película en el momento de su estreno. También hemos analizado diversos datos estadísticos que nos han permitido comprender la dimensión económica y social de la cinta. En una tercera etapa hemos minutado al completo la película, incidiendo en los aspectos, económicos, culturales, científicos, sociales, tecnológicos, legislativos, judiciales, etc., que podemos encontrar (Losilla Alcalde, 1999). Aquí cabe realizar una apreciación, hemos tenido la oportunidad de consultar directamente el guion original de la película conservado entre los fondos de la Filmoteca Nacional. Para realizar el minutado de la película y extraer los comentarios objeto de análisis, lo hemos hecho directamente sobre la propia cinta, y no sobre el guion, ya que hemos podido constatar notables diferencias entre el guion y la película final. Una vez que hemos analizado el texto fílmico, hemos creado una tabla de triple entrada, donde en un orden secuencial, hemos recogido, literalmente el comentario de la película y hemos procedido a analizarlo e interpretarlo bajo los códigos visuales de la época. Es importante mencionar que también hemos incluido no solo citas textuales, sino que también hemos analizado objetos decorativos y de uso, revistas y periódicos que aparecen, instrumentos tecnológicos, como videos, etc. El corpus de conocimiento generado, nos ha permitido expandir el conocimiento que teníamos sobre la película Juana la Loca… de vez en cuando, poniendo de manifiesto su importancia en la actualidad como documento histórico.

Tabla 0. Ejemplo de la tabla realizada y de las interpretaciones de los comentarios y objetos.

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Fuente: Elaboración propia.

4. DISCUSIÓN

4.1. Juana la Loca, reacciones ante una película

Se puede considerar que la pionera en este género (una astracanada pura con personajes históricos reconocibles), fue Cristóbal Colón… de oficio descubridor (1983), producida por José Frade y dirigida por Mariano Ozores, tándem que ya había trabajado con anterioridad, en otras comedias, El liguero mágico (1980) y Brujas mágicas (1981), siguiendo la estela de Polvos mágicos (1979), primera comedia ambientada en un contexto de terror, que tuvo un extraordinario rendimiento comercial. Las bases ya estaban creadas y no se tardó en coger a los tótems de la historia de España encumbrados por el cine franquista, Alba de América (1951), Locura de amor (1948), y que sus protagonistas con verdadera desfachatez, hablaran de la política de la época, los nuevos cambios sociales, o los personajes contemporáneos, rodeados de objetos anacrónicos (Losilla Alcalde, 1999). Además de con Mariano Ozores como director, Frade contó con Juan José Alonso Millán como guionista, -autor teatral que debutó recogiendo las esencias del humor satírico y absurdo en la línea de Jardiel y Mihura y la comedia amable y comercial de Alfonso Paso- que por aquellos momentos, era uno de los guionistas más requeridos para el cine comercial (humor y destape) que triunfaba en España (casi 60 guiones en 20 años), con títulos tan populares como No desearás al vecino del quinto (1971), (Payán, 2007). Alonso Millán se convertía aquí en un verdadero titiritero que, hacia moverse a Colón, los Reyes Católicos, Torquemada o Cisneros en unas circunstancias y diálogos que los desmitificaban por completo, con constantes alusiones a la realidad española del momento (López Gandía y Pedraza, 1989). La cinta estrenada en el madrileño cine Callao el 8 de septiembre de 1982 (el mismo año que José Luis Garci se había traído el Oscar con Volver a empezar), fue como se podía esperar, acribillada por la Crítica, si bien es cierto que un poco desconcertada con esta una nueva fórmula de hacer comedia, que contaba con precedentes tanto nacionales como extranjeros (Muñoz Seca o los Monty Python). Sin embargo, la película gozó de un éxito comercial sin precedentes, con una recaudación de 1.725.384,69 Euros, y 1.412.893 de espectadores, convirtiéndose en la película española más taquillera del año, dejando noqueada a La colmena de Mario Camus, que un año después consiguió el Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín. Comenta Andrés Pajares que al cruzarse con Camilo José Cela, el creador de La colmena y ganador del Nobel le recriminó que Cristóbal Colón… de oficio descubridor (1982) estuviese noqueando la adaptación cinematográfica de su obra en taquilla. “Seguro que la tuya es más divertida”, le espetó Cela. https://elpais.com/elpais/2018/05/17/icon/1526574743_362895.html (Consultado el 1 de julio de 2018).
Tras el éxito cosechado por Cristóbal Colón… de oficio descubridor, su productor José Frade quiso seguir explotando el filón con Juana la Loca… de vez en cuando (1983), que se puede considerar continuación de la primera, pues la película continúa donde la otra lo deja, tras el descubrimiento de América por Colón, el aspecto visual es muy parecido, y muchos de sus personajes estaban dotados de similares características, incluso (caso de Torquemada, Cisneros y Juana la Loca) interpretados por los mismos actores. El reparto coral conto con los actores más populares del momento (José Luis Vázquez, Lola Flores, Manolo Gómez Bur, Quique Camoiras, Juanito Navarro, Beatriz Elorrieta o Jaime Morey), Frade contó, de nuevo, con un guion del citado Juan José Alonso Millán, aunque en este caso con un mayor contenido de la política del momento. La cinta fue encargada a José Ramón Larraz, quien ya había dirigido otros guiones de Alonso Millán (La momia nacional, 1981). Larraz comenzó su carrera como escritor de comic para revistas, de aquí pasó a la fotografía y luego a la cinematografía. De 1974 es su primer éxito Síntomas, que representó a Gran Bretaña en el Festival de Cannes, y ese mismo año Las hijas de Drácula, todo un icono de cine fantástico español de la década de los setenta (Fantaterror), al convertir a las vampiresas en seres llenos de sensualidad, mezclando el terror con el erotismo. De vuelta a España, en 1976 Larraz se especializaría en el cine de terror que alternaría con lo puramente erótico, con regresos puntuales a la comedía, cuya primera incursión fue Polvos Mágicos en 1979. Hasta 1994 dirigió más de 14 películas, retirándose definitivamente en 2002 con la miniserie Viento del pueblo: Miguel Hernández (2002) que narra la vida del poeta de Orihuela. Vapuleado por la crítica española desde su regreso (todo lo contrario de cómo fue tratado en Inglaterra y Estados Unidos), como el mismo Larraz reconocía, solo recibió en toda su carrera en España dos buenas críticas, una de Diego Galán y otra de Maruja Torres, y las dos por El mirón (1977), considerada por el mismo como una de sus mejores películas. Juana la Loca… de vez en cuando, no fue una excepción en las malas críticas, como veremos (García Barrientos, 2004). La película rodada durante 1983, fue estrenada el 19 de septiembre de 1983 en los cines Roxy (sala A), Windsor (Sala A) y Montera de Madrid, y un día después en Barcelona en los cines Borras y Rex. El estreno fue precedido por una amplia campaña publicitaria, que anunciaba la cinta como “Una película que le hará volverse loco durante un rato”, “Doña Juana estaba loca pero no tanto”, “Después de Colón viene doña Juana, de locura”, “Felipe era tan hermoso como horteripop”, “El más loco reinado de Castilla”. Si bien y aunque los datos (espectadores y recaudación) distaban mucho de igualar a los de Cristóbal Colón, fue de nuevo secundada por los espectadores, con un total de 370.469, y 468.283,76 Euros de recaudación. Como en otras tantas ocasiones, el gusto de los espectadores y la Crítica no fueron por el mismo camino, esta última descuartizó la película y el guion. El crítico Raúl Carney en Cine Asesor, en la página informativa exclusiva para las empresas de exhibición cinematográfica, argumentaba que “Hay un cierto cine, cuyo denominador común es la chabaquenería y el mal gusto. Este film, en la línea de Mariano Ozores, promete pasar un rato divertido, pero su guion y sus diálogos son una verdadera vergüenza”. Prosigue vapuleando el guion “se recurre a la ya tan manida oportunidad de hacer reír a base de la intemporalidad, mezclando la historia antigua con connotaciones sociales de la realidad española del 83. Se cita de manera estúpida a Rumasa, a políticos y demás parafernalia de todos conocida y de dominio público”. Aprovecha Carney para hacer referencia al hartazgo (al menos para él), de este determinado tipo de comedias “puede ser que el público que solo quiere pasar un rato de risa en el cine, y que le importa poco la calidad fílmica, pueda divertirse, pero seguimos diciendo que ese español ya no es tan tonto y quiere productos dignos a cambio de sus 300 pts.”. Termina admitiendo que, pese a todo, este tipo de cine tiene su público, calificándolo de mediano a buen rendimiento, recomendándose su programación en “círculos populares y en programación doble”.
F. Marinero en Diario 16, del 24 de septiembre de 1983, tras sorprenderse del éxito de Cristóbal Colón… de oficio descubridor, habla de la fórmula del éxito que vuelve a repetirse “parodia de época con constantes referencias a la actualidad, la inclusión de números musicales y la multiplicación de gracias a cargo de un reparto de famosos”. Continúa hablando de la repartición de la cinta entre dos tipos de bromas, la desmitificación de los personajes “Fernando es un marido sojuzgado que López Vázquez tanto ha representado en comedias costumbristas. Cisneros es una momia afeminada y Torquemada un puritano zascandil”, y el “chiste político que de chiste solo tiene su limitación a citar a personajes públicos o hacer comparaciones con la expropiación de Rumasa”. Terminando la columna, no sin cierta ironía, “eso, más otras muestras de ingenio que van desde la utilización de una calculadora electrónica a la escatología infantil, hace de Juana la Loca… de vez en cuando, no la comedia enloquecida que se pretende, sino una aburrida sucesión de los tópicos del humor reaccionario”.
No menos contundente se mostró la crítica del diario ABC del 21 de septiembre de 1983. Destacando las características generales de basarse “en el Anacronismo y la sal gruesa”, continua arremetiendo contra el director al que califica de “especialista de porno a la inglesa”, rematando que “la vulgaridad asumida acaba por convertirse en pura chabacanería”, a la vez que pone el grito en el cielo, recordemos que es el ABC, con el grito final de “Viva la República”, que califica de “improcedente” además de “parecer querer dotar a lo que antecede de un significado político más que vidrioso”. Días después, el 1 de octubre, la edición Sevillana de ABC, volvía a despacharse a gusto. Recogiendo los argumentos de la columna anterior, añadía que era “una astracanada con una comicidad burda que raya en lo chabacano” y concluyendo que se trataba de “un ludibrio del manubrio celtibérico”, ¿alguien da más?
Más corrosivo si cabe con evidentes tintes políticos, se mostró el diario catalán AVUI, en su crítica de cine del 25 de septiembre. Tras hacer un breve repaso al director “por el título, el tipo de publicidad y el nombre de algunos intérpretes, parecía que Larraz quería depararnos un entretenimiento sobre “mariquitas”, travestis y otros marginados singulares”, comienza una verdadera andanada de descalificativos, “La colección de tonterías a que se dedican los personajes, la irreverencia e inconsistencia del tratamiento temático, la falta de gracia e ingenio de las alusiones al presente… no están al servicio… de una camada desmitificadora o de un análisis crítico hecha en broma, sino de una sencilla e insustancial payasada sin suelta” si bien al final apunta que verlos “disfrazados de figuras históricas e histéricas que el franquismo ha mitificado hasta el delirio, tiene cierta gracia”.
Mucho más benévola fue la crítica del diario deportivo AS el 24 de septiembre, sin duda ajeno a cualquier ínfula cultural. Alabando el excelente reparto y augurando una buena trayectoria comercial, a la vez que remarcaba que, si “la principal preocupación con esta película es la de arrancar la carcajada del público, lo han conseguido plenamente”.
Pero ¿qué opinaban sus actores de la película?, tenemos las palabras de Fernando el Católico, como muestra. En la biografía de José Luis López Vázquez, el mismo utiliza el término “alimentaria” (es decir le daban de comer), para referirse a Juana la Loca y otros productos similares de la época, y continúa “Hombre, ya se sabía lo que era… Pues como la de Juana la Loca u otra que también hice de Cristóbal Colón, eran películas que se hacían a conciencia porque uno, lógicamente, ya sabía lo que iba a perpetrar… eran parodias históricas malas, con humor grueso, pero lo hacíamos porque nos pagaban… estábamos deseando acabar, uno pensaba: a ver cuándo me quito esto de encima” (Lorente, 2010, p. 250). La opinión ha quedado clara.
Si bien como hemos apuntado con cifras el éxito de Juana estaba distante del disfrutado un año antes por Cristóbal Colón, no se puede negar que fue otro pelotazo económico, por lo tanto, la fórmula fue explotada hasta su agotamiento. El mismo año de 1983, otro productor, en este caso Ramiro Bermúdez de Castro, se subía a la estela con La loca historia de los tres mosqueteros, cinta para lucimiento del entonces trío humorístico Martes y 13, contando para su dirección con Mariano Ozores, con guion a la limón de Mariano y de nuevo Alonso Millán. Si bien el contenido referente a la política contemporánea quedó bastante más reducido, no así los objetos anacrónicos que pueblan la escenografía. Entre tanto, José Frade, creador del invento, volvía a la carga con una película de corte muy similar a Juana la Loca, pero ambientada en la Edad Media, El Cid cabreador (1983), dirigida por Angelino Fons, pero de nuevo con el omnipresente Alonso Millán como Guionista (Cine Español, 1983). La crítica especializada no tardó en despedazarla, pero el crítico Diego Galán en El País, del 12 de diciembre de 1983, reconocía a José Frade como el creador de esta “formula de comedia sin duda rentable”, aunque el rendimiento de público y recaudación no fue el esperado (370.469 espectadores y 468.283,76 euros) y Frade abandonó “el invento”. Sin embargo, aún existió un último acto, ajeno a Frade y Alonso Millán, Cuando Almanzor perdió el tambor (1984) donde se dieron cita todos los tópicos vistos, dándose por agotado el filón. Atrás se quedaron otros proyectos surgidos en plena borrachera de éxito de Cristóbal Colón, el propio Alonso Millán confesaba al periodista José María Amilibia en las páginas del ABC, del 8 de septiembre de 1983, a punto de estrenarse Juana la Loca, su intención de hacer toda la historia de España, en dos películas, Adiós mi España querida, como la copla de Antonio Molina (Cine para Leer, 1983).
Paralelamente a este cine comercial y popular “La Españolada” le quedaban los días contados. La llegada del partido socialista al poder en 1982, trajo consigo en nombramiento de Pilar Miró como Directora General de Cinematografía en diciembre 1982 (García Santamaría). Entre otras muchas medidas legislativas tomadas en este periodo, fue el desarrollo de la conocida “Ley Miró”, cuyo principal objetivo era la producción de películas de calidad. Para tal fin se articularon distintos instrumentos, como una junta de calificación de películas, y el nunca visto hasta la fecha, la concesión de subvenciones para financiar la producción de estas películas, es decir, la junta con sus criterios de calidad, financiaba un determinado cine, dejando este fuera de ese juego, el cine comercial que hasta ese momento llenaba las salas (Utrera Macías, 2005).
A partir de este periodo, si bien el cine ganó en calidad, el descenso de cuota de pantalla del cine español bajo drásticamente de un 22,9% en 1982 hasta un ridículo 7,5% en 1989. Entre 1982 y 1985 se produjo un cierre masivo de las salas de proyecciones, concentrándose la mayoría en los centros urbanos, que favorecía la asistencia de un público más culto, viéndose la producción de películas populares o “populacheras” sin sus tradicionales lugares de consumo (cines de barrio, o de poblaciones pequeñas, que cerraron en muchas ocasiones), y directamente expulsadas del nuevo sistema surgido (Zunzunegui, 1987).

4.2. La historia de un país en perspectiva anacrónica. Juana la Loca… de vez en cuando: un universo ampliado

Tabla 1

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tabla11

Fuente: Elaboración propia.

4.3. El mundo de los objetos en Juana la Loca… de vez en cuando

Tabla 2

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tabla2_1

tabla2_2

tabla2_3

Fuente: Elaboración propia.

4.4. El guion de la película, historias que no fueron contadas

De todos modos, de lo escrito por Alonso Millán en el guion, a lo que se vio en la pantalla hubo sustanciales cambios. Muchos chistes se quedaron sin ver por los espectadores, algunas escenas aunque se rodaron nunca se montaron (gabinete de envenenadora de Juana la Loca, entrevista de Torquemada con el trasunto del Ministro Miguel Boyer, Fray Bollero (Manuel de Blas, desaparecido en la película definitiva), a costa de los seguros sociales de los mismos, entre otros), se añadieron secuencias nuevas (sueño de Juana), o las propias canciones, cuyas letras no están en él, y otras referencias a la política contemporáneas fueron eliminadas. Sería prolijo enumerar todos estos cambios, y tampoco es el objetivo del artículo, pues es nuestro fin centrarnos en película terminada, pero queremos destacar aquellos personajes contemporáneos de los primeros ochenta, que se quedaron sin ser mencionados finalmente (Benet Ferrando, 2012).

Tabla 3

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Fuente: Elaboración propia.

5. CONCLUSIONES

El análisis realizado, nos ha permitido comprobar que todas y cada una de las críticas realizadas a la película durante su estreno y exhibición, ciertamente, en lo que respecta al guion, vienen a coincidir con la realidad. Ahora bien, con la perspectiva de tiempo que dan los 35 años que han pasado desde el estreno de la película, lo que para otros fue una tragedia cinematográfica, para nosotros se ha convertido en una fuente histórica imprescindible para comprender un periodo fundamente de nuestra historia reciente. Juan la Loca… de vez en cuando, supone una obra maestra desde el punto de vista histórico, ya que su guionista, Juan José Alonso Millán, fue capaz de concentrar en los 77 minutos que dura la película la cosmovisión sobre su propio mundo, en una amplia vertiente cultural, política, ideológica, judicial, legislativa, social, artística, mecánica, tecnológica, etc.
La película presenta multitud de códigos audiovisuales, expresivos y comunicativos, que hacen que en la actualidad sea imposible su compresión por aquellos que no vivieron la época de la realización de la película. El análisis aquí realizado, supone aportar un pequeño manual de compresión de la historia de la Transición española.
Sí los críticos de la época ya pusieron de manifiesto los contenidos políticos, sociales o legislativos de la película, nosotros hemos registrado hasta 61 referencias a multitud de hechos diferenciados, de diversa naturaleza. La contextualización de los mismos, nos ha permitido expandir el universo de Juana la Loca… de vez cuando, hasta unos límites insospechados hasta el momento.
En la tabla dos, hemos referenciado hasta 27 objetos, repartidos en los 77 minutos que dura la película, de diversa índole, objetos tecnológicos para reproducir video o música; botellas y bebidas de la época; alusiones a prensa y revista, etc. Todos ellos esconden una historia y expanden el universo de Juana la Loca.
Sí la gran cantidad de información que nos ha ofrecido el análisis de la película, nos ha permitido aproximarnos a la misma como una fuente de información privilegiada y como un excepcional documento histórico, la posibilidad de analizar el guion original y poder compararlo con la película final, nos ha permitido tomar conciencia de los cambios producidos entre uno y otra, ya que en origen, había multitud de escenas que estaban previstas y que finalmente no llegaron a incluirse. Hemos detectado hasta 8 omisiones diferentes que aparecían en el guion y que finalmente no fueron incluidas en la película. Estas omisiones, en su mayoría eran relativas a personalidades políticas de la época, pero también a periodistas y músicos. Creemos que es importante recuperar la presencia de estos nombres, que de haber aparecido en la película habrían enriquecido, aún más, el documento histórico objeto de estudio.

REFERENCIAS

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19. Zunzunegui, S. (2005). Los felices sesenta: Aventuras y desventuras del cine español (1959-1971). Barcelona: Paidós.

AUTORES

Antonio Rafael Fernández Paradas: Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, con la tesis doctoral titulada Historiografía y metodologías de la historia del mueble en España (1872-2011). Un estado de la cuestión. Graduado en Historia del Arte y licenciado en Documentación por la Universidad de Granada. Máster en Peritaje y Tasación de Antigüedades y obras de arte por la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente es profesor ayudante doctor de la Universidad de Granada, donde imparte docencia en el departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias de la Educación, y docente del máster Arte y Publicidad de la Universidad de Vigo.
antonioparadas@ugr.es

Rubén Sánchez Guzmán: Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. En la actualidad ejerce como profesor de Historia del Arte y Conocer Madrid en los Centros Culturales del Ayuntamiento de Madrid (Educo-Actividades). Ha sido docente del I máster en Escultura Barroca Española. Desde los Siglos de Oro a la Sociedad de la Información y las Redes Sociales, impartido por la Universidad Internacional de Andalucía. Perito tasador en antigüedades y obras de arte en el departamento de arte y sala de subastas Lamas Bolaño de Madrid, realizando funciones de tasación, catalogación y asesoramiento personalizado.
ruben_sanguzman@hotmail.com